
Coliseo.
El mayor anfiteatro romano de España está en Andalucía: solo lo superan el Coliseo y el de Cartago
Este pueblo andaluz cuenta con uno de los anfiteatros romanos más grandes del mundo: tenía capacidad para unos 25,000 espectadores.
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Los anfiteatros romanos eran edificaciones monumentales destinadas, sobre todo, a espectáculos públicos como luchas de gladiadores, cacerías de animales (venationes) y, en ocasiones, ejecuciones. Su estructura es elíptica o circular, con gradas concéntricas que permitían una visibilidad perfecta desde cualquier punto. A diferencia de los teatros, los anfiteatros eran completamente cerrados y no aprovechaban la ladera de una colina para su construcción, sino que se construían como una estructura autónoma.
En la antigua Hispania, los romanos construyeron numerosos anfiteatros, y España conserva un número sorprendentemente alto de ellos. Entre algunos de los mejor conservados o más importantes se encuentra el Anfiteatro de Itálica (Santiponce, Sevilla), considerado el más grande de Hispania y el tercero del Imperio, solo por detrás del Coliseo de Roma y el de Capua.

Anfiteatro romano en Santiponce, Sevilla.
Itálica es un yacimiento que va mucho más allá de ser un simple vestigio del pasado: en él se encuentra uno de los anfiteatros romanos más imponentes del mundo y mejor conservados fuera de Italia. Con espacio para unos 25.000 asistentes, esta estructura es un testimonio de la grandeza y el dominio que Roma ejercía en sus territorios, llegando a rivalizar con otros colosos de la época como los anfiteatros de Mérida o Tarragona.
De planta elíptica, como es habitual, está compuesto por tres niveles de gradas (cavea), aunque hoy solo se conserva parcialmente. En el centro se encuentra la arena, rodeada por un podio que separaba al público del espectáculo.
Una de sus características más destacadas es el foso central, visible hoy en día, que servía para escenificar espectáculos con maquinaria, animales o incluso recreaciones navales a pequeña escala.
Bajo la arena había una estructura subterránea compleja desde la que se manipulaban efectos escénicos, se subían animales mediante montacargas y se organizaban los espectáculos. De hecho, hoy en día puedes caminar por algunos de esos pasajes y ver las trampillas originales.
Estaba destinado a luchas de gladiadores, cacerías de animales salvajes (venationes) y otros espectáculos públicos. También podía ser utilizado para actos de propaganda política o celebraciones religiosas.
El anfiteatro ganó popularidad en años recientes al ser utilizado como escenario de rodaje para la serie Juego de Tronos, donde representó la Fosa de Dragones en Desembarco del Rey.